Tocinómetro: Poor Things

Poor Things nos ofrece una versión fantasmagórica de la clásica historia de Frankenstein adornada con risas amargas y actuaciones delirantes.

El director griego Yorgos Lanthimos es famoso por hacer películas extrañas y frías: la espeluznante comedia dramática de 2016 The Lobster, The Favourite, de 2018, una comedia cínica, sobre juegos de poder y humanos que se lastiman entre sí y mundos brutales e implacables, plagados de discordantes efectos visuales.

Poor Things, la última película de Lanthimos, es una historia diferente. Es menos cruel que sus otros trabajos, más tierna y accesible. Tiene mucho del extraño estilo visual que le dio a Lanthimos, desde sus característicos ángulos extremadamente amplios hasta un bulldog con cabeza de pato retozando en una gran sala de estar. Sin embargo, Poor Things, basada en una novela de 1992 de Alasdair Gray, es feliz en su rareza, feliz en su exploración y celebración de su extraño, extraño mundo. Esta película es increíblemente divertida de ver cinéfilos.

Principalmente eso se debe a que Emma Stone se reunió aquí con Lanthimos después de que ella fuera nominada al Oscar por su trabajo en The Favourite. En Poor Things, Stone está haciendo uno de los mejores trabajos de su carrera como Bella Baxter, una mujer adulta con el cerebro (literalmente) de un bebé.

Esta es una actuación muy física y muy fundamentada. Stone tiene un andar fantástico: solo se ve un toque de las sacudidas de Frankenstein cuando Bella intenta controlar extremidades a las que no está acostumbrada, con la cabeza siempre girando mientras intenta asimilar más y más del siempre fascinante y nuevo mundo.

Bella vive con su tutor, el Dr. Godwin Baxter (Willem Dafoe). Ella lo llama Dios. Godwin es un cirujano experimental que trabaja en los límites mismos de la ciencia steampunk del siglo XIX, y él mismo es el producto de interminables experimentos científicos sádicos a manos de su padre. Godwin considera que Bella es su hija. Le celebra su curiosidad natural, pero sólo hasta cierto punto. Está encantado de ayudarla a refinar su habla y sus movimientos, y le permite experimentar con él en su laboratorio, siempre y cuando solo corte cadáveres en lugar de cuerpos vivos. Incluso le trae un pretendiente, Max (Ramy Youssef).

Godwin, sin embargo, no permitirá que Bella salga de su casa, una fantástica colección de animales poblada por sus diversos experimentos, que Lanthimos fotografía en cambiante blanco y negro. Cuando Bella inevitablemente se rebela lo suficiente como para dejar a Dios atrás y ver el mundo, la pantalla adquiere un color hipersaturado, sin todo el azul, de modo que Bella se convierte en Dorothy caminando hacia un Oz dorado.

El conocimiento del mundo exterior se le escapa a Bella, de ahí surge su frustración. Y esta frustración no hace más que crecer, especialmente cuando Bella descubre los placeres eróticos, y más tarde el sexo, o lo que ella llama “saltos furiosos”, que la película tiene en abundancia. Luego entra el irascible abogado Duncan Wedderburn (Mark Ruffalo), cuyo encuentro con la excéntrica chica plantea esta odisea hacia la liberación sexual y política. Muy pronto, vemos a Bella disfrutando de las vistas y los sonidos del mundo que la rodea. Se va a Lisboa, París y otros lugares. Prueba las ostras por primera vez, bebe un poco de alcohol, baila con buena música y, por supuesto, disfruta de toneladas de sexo: un detalle destacado de la película.

Emma Stone es maravillosa como Bella, lo deja todo, así es, todo en esta actuación merecedora de todos los premios. Las actuaciones de Ruffalo y Dafoe son precisas y refinadas, incluso durante los momentos más exagerados de sus personajes, y cada una crea hombres más profundos e interiorizados de lo que sugiere el diálogo. Ruffalo expone la vanidad de Duncan, mientras que Dafoe da vida a la personalidad de Baxter, su decencia y su sadismo, con ojos angustiados con energía y sensatez. Juntos, los dos actores trabajan maravillosamente con Stone, quien construye su actuación de manera tan discreta con palabras, gestos y pasos que se tambalean y se detienen para luego fluir juntos sin problemas que puede parecer como si todos los cambios que Bella experimenta emanaran de lo más profundo de su ser.

Escena por escena, pulida detalle por detalle, “Poor Things” ofrece mucho para que podamos mirar boquiabiertos, reírnos y retroceder ligeramente antes de que nos impulsen a reir nuevamente y darnos piezas mágicas como un carruaje con motor de vapor con cabeza de caballo, el remolinos biomórficos en el techo, los colores magullados de un cielo nocturno, un perro emplumado. Es un filme que les recomiendo cinéfilos, pero recuerden lo leído en el tocinómetro, no es una película familiar. Vale la pena apreciar en pantalla grande el trabajo tan minucioso de todo el equipo por traernos este trabajo que nos lleva a un viaje único y fantástico.

Predicción Oscar 2024: Emma Stone se merece y tiene altas probabilidades de ganar la estatuilla a Mejor Actriz. Poor Things es fuerte competidora en categorías como Mejor Película, Dirección, Diseño de Producción, Cinematografía, Vestuario y Edición.

Veredicto: Cuatro tocinos y medio saltando furiozamente en un aceite caliente, hirviente, que nos libera el paladar.