Tocinómetro: Three Thousand Years of Longing

Han pasado 8 años desde que George Miller conquisto al publico con su cinta “Mad Max; Fury Road” y ahora vuelve con un historia que esta muy lejos de impactar como su trabajo anterior, pero no es indiferente al espectador.

Three Thousand Years of Longing empieza con Alithea (Tilda Swinton) llegando a Estambul por su trabajo, es una gran investigadora de historias y cuentos pero es muy solitaria, y al ir a una tienda de baratijas elige una botella peculiar, cuando llega a su habitación, se cambia de ropa y limpia la botella, de esta sale un humo colorido y aparece un gigante (Idris Elba) que resulta ser un genio de la botella.

En general el filme queda a medias en todos los aspectos, pero no es mala. La mayor parte son pláticas de los personajes en la habitación del hotel y el genio cuando cuenta de como llego a la botella son flashbacks muy bien elaborados.

Hay frases muy buenas, como la regla de los tres deseos, que pudieron explotar pero no lo concretan, el vestuario en las escenas de fantasía cumple con su cometido, pero el desarrollo de la historia es peculiar, no tiene la suficiente contenido visual para que sea cine de arte, ni tampoco es entretenida para llamarla de producto comercial.

Las actuaciones de Swinton y Elba son frívolas pero al parecer quisieron mostrar que la relación es el resultado del deseo y no de afecto entre ellos.

Dato Banal: El nombre de la aerolínea que viaja la protagonista es la “Shahrazad Airlens”, se hace referencia al personaje Sherezade de “Las mil y una noches” que narra cuentos al rey cada noche para no ser ejecutada.

Veredicto: Tres tocinos convirtiéndose en humo colorido que desaparece rápidamente. Es difícil de catalogar pero vale la pena darle una oportunidad.