Tocinómetro: John Wick 4
John Wick Capítulo 4 es un festival de masacre elaboradamente coreografiado y magníficamente elaborado. Un espectáculo sanguinario. Un circo de sinvergüenzas que luchan hasta la muerte de las formas más graciosamente violentas.
Después de tres películas de simplemente querer que lo dejen en paz, luego desear venganza, desear que lo dejen solo un poco más y luego verse obligado a huir, el viudo amante de los perros y superasesino John Wick (Keanu Reeves) se dedica a asegurarse de que High Table obtenga lo que se merece por tratar de matarlo. John Wick: Capítulo 4 te vuelve a sumergir en la vida del jet-set de Wick de viajar a lugares lejanos y disparar tantos tiros como sea necesario hasta que sus diversos objetivos estén repletos de heridas de bala y bastante muertos.
Escrita por Shay Hatten y Michael Finch, “John Wick: Capítulo 4” se desarrolla más o menos como las películas anteriores, aunque con 169 minutos de movimiento rápido, es más larga. Aun así, rara vez se arrastra porque hay relativamente poco diálogo y tiempo de inactividad. En su mayor parte, Wick persigue o es perseguido por otros asesinos, disparando y apuñalando, forcejeando y gruñendo en una serie de escenarios visualmente distintos, meticulosamente escenificados y filmados. De vez en cuando, consulta con viejos camaradas, en particular con Ian McShane y Laurence Fishburne, artistas que agregan brillo e historia a la serie con sus rostros singulares, currículos que los respaldan y actuaciones perfectamente afinadas.
Hay caras nuevas, entre ellas amistosos cautelosos (Hiroyuki Sanada, Rina Sawayama), combatientes comprensivos (Donnie Yen, Shamier Anderson) y otro villano asquerosamente rico (Bill Skarsgard) con trajes brillantes a medida y gusto por la tortura y la música clásica. La serie ha ampliado sus coordenadas geográficas centradas en Nueva York y, salta a Oriente Medio, Japón y Europa. Hay otro perro y otra secuencia elaborada en un club de baile.
El filme también está protagonizada por Clancy Brown, Natalia Tena, Marko Zaror, Bridget Moynahan y George Georgiou.
Aunque John Wick es solo un hombre, el Capítulo 4 se apoya en la idea de que él es el hombre, un asesino bien vestido que simplemente no puede ser asesinado por medios convencionales o siguiendo las antiguas reglas que hicieron a High Table en la próspera operación que es.
La capacidad de las películas de John Wick para hacerte sentir los golpes mientras ves a Wick recibir y repartir palizas es una de las cosas más impresionantes de ellas, y es algo que el Capítulo 4 puede hacer bien hasta cierto punto. Pero la película está tan repleta de batallas que se sienten como si estuvieran metidas en la película para hacerla más grande que comienzan a significar menos a medida que se desarrolla la historia y aumenta el número de muertos.
John Wick: Capítulo 4 no es una película que te sientas casualmente a ver a propósito de nada. Es un compromiso, tanto en términos de cuánto tiempo dura como de cuán involucrado realmente tienes que estar en la idea de John Wick para que la película sea atractiva. Para su crédito, John Wick: Capítulo 4 hace un trabajo admirable al dejar abiertas las posibilidades para un futuro lleno de historias de algunos de los nuevos personajes secundarios de la película.
Para los que somos fans del mundo de John Wick, nos agrada ver el trabajo del director de la serie, Chad Stahelski, el un veterano de acrobacias (ha hecho el doble de Reeves), que nos brinda una genial visión de las escenas de acción.
El filme tiene escenas muy buenas de acción como en las pasadas entregas, también tiene sus partes un tanto cómicas que van de la mano de acción, disfruté muhco ver la secuencia en París. Otra de las cosas que me gustó mucho es la cinematografía, que resalta los bellos escenarios en los que está filmada la película y hace que sea un placer ver algo tan bellamente grabado. Stahelski también utiliza muchos primeros planos y planos medios, pero también le gusta retroceder para encuadrar figuras completas. Esto te permite ver y deleitarte con la fisicalidad de los artistas, en su gracia y poder de acero, así como apreciar la geometría y la precisión de la coreografía de lucha. Este enfoque subraya la fragilidad y la impermanencia de estos cuerpos, su humanidad, especialmente la de Wick, ya que este hombre aparentemente invencible es brutalizado repetidamente.
Si como yo son fans del mundo de John Wick no se la pueden perder, y si ya la vieron, escríbanos su veredicto en los comentarios.
Veredicto: tres tocinos y medio con sabor a 4, jugositos, llenos de acción y con sed de venganza.
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