Tocinómetro: A Real Pain
A Real Pain es un equilibrio perfecto entre comedia y melancolía.
Jesse Eisenberg nos presenta una comedia afilada y profundamente personal sobre dos primos judíos estadounidenses que viajan a Polonia para honrar a su abuela recientemente fallecida. Con una duración de 90 minutos, la película mezcla hábilmente dos subgéneros de comedia potencialmente trillados: la road movie y la historia de amigos disparejos. Sin embargo, esta segunda incursión de Eisenberg como director, quien también escribió y protagoniza la cinta, trasciende sus influencias y se convierte en un viaje emocionalmente rico y auténtico.
El filme se sostiene sobre la dinámica entre David (Eisenberg), un hombre tenso y neurótico, y su primo Benji (Kieran Culkin), un espíritu libre y caótico. Su relación está marcada por constantes choques verbales que dotan a la película de un ritmo ágil e impredecible. Pero más allá del humor, A Real Pain es también un estudio profundo de personajes y un relato sobre la complejidad del duelo y la identidad. Gracias a una interpretación sobresaliente de Culkin, la película nos regala quizás la escena final más devastadora del año.
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Comparada con su debut en la dirección, When You Finish Saving the World (2022), que exploraba las fricciones en una familia desconectada, A Real Pain muestra una evolución significativa en la escritura y dirección de Eisenberg. Su primera película, aunque entretenida, se apoyaba en arquetipos ya vistos, mientras que aquí logra personajes completamente desarrollados, con diálogos vibrantes y naturales que nunca se sienten forzados.
El guion refleja mucho de la esencia de Eisenberg, quien ha mencionado en entrevistas que la idea inicial surgió tras ver un anuncio que promocionaba un “tour del Holocausto, con almuerzo”. A través de los primos protagonistas, la película aborda temas como el trauma generacional y el turismo histórico con una mezcla de ironía y profundidad. David encarna los rasgos típicos de Eisenberg en pantalla—una sinfonía de ansiedad social—mientras que Benji, un adicto sin rumbo que aún vive en el sótano de su madre, se siente igual de auténtico.
Kieran Culkin, en una interpretación que define su carrera
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Es difícil imaginar a otro actor que no sea Culkin en el papel de Benji. Su actuación evoca la irreverencia y provocación de Roman Roy en Succession, pero aquí añade una capa de vulnerabilidad que transforma su sarcasmo en un escudo contra el dolor. Culkin logra equilibrar el humor con una tristeza latente, ofreciendo una interpretación que le valió merecidamente el Globo de Oro al mejor actor de reparto.
El vínculo entre David y Benji es el núcleo de la película. Su relación, construida sobre el cariño y la tensión, se ha ido deteriorando con el tiempo. Mientras David observa el mundo con inseguridad, Benji se lanza de lleno a él, dejando una huella en todos los que conoce. Sin embargo, su carisma y facilidad para conectar con los demás no significan que esté en paz consigo mismo; al contrario, su actitud provocadora esconde una profunda crisis personal.
La dirección de Eisenberg encuentra el tono adecuado entre la irreverencia y el patetismo, combinando comedia rápida con momentos en los que el peso del pasado y el futuro se vuelve casi asfixiante. La película nunca cae en lo superficial ni en la solemnidad excesiva, algo que otros intentos similares—como Treasure (2023), con Stephen Fry y Lena Dunham—no lograron evitar.
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La banda sonora, compuesta por piezas animadas y nerviosas de Chopin, acompaña a la perfección el montaje dinámico de instantáneas de la Polonia actual. Sin embargo, el verdadero impacto llega cuando la música se detiene y la película nos deja cara a cara con el vacío existencial de Benji.
Con A Real Pain, Eisenberg demuestra que ha encontrado su voz como director y guionista, y Kieran Culkin entrega una de las actuaciones más memorables de su carrera. Una película que, entre risas y desencuentros, nos deja con una reflexión profunda sobre la familia, la identidad y la carga del pasado.
Predicción Oscars 2025: Kieran Culkin tiene altas probabilidades de llevarse la estatuilla a mejor actor de reparto y Eisenberg podría llevarse mejor guion original.
Veredicto: Tres tocinos y medio llenos de profundidad y temas obscuros, pero bien equilibrados con un platillo al lado de comedia y ligeresa.
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