Scarlett Johansson realizó una demanda éste jueves 29 de julio en la Corte Superior de Los Angeles en contra de Disney por romper su contrato, al lanzar la película de Black Widow por medio de su sevicio de streaming al mismo tiempo que en cines. El contrato de Johansson con Disney’s Marvel Entertainment garantizaba un lanzamiento exclusivo en cines y el salario de la actriz se basaba en el desempeño de la cinta en taquilla.

Antes de la pandemia Johansson expresó su preocupación de que Black Widow fuera a ser lanzada en Disney+ al mismo tiempo que el lanzamiento en cines. En el 2019 representantes de Johansson se pusieron en contacto con Marvel para asegurar que Black Widow solo fuera un lanzamiento en cines.

Posteriormente, los representantes de Johansson intentaron renegociar su contrato después de enterarse de la nueva estrategia para Black Widow, pero no se obtuvo respuesta por parte de Disney y Marvel. Según el “Wall Street Journal” la desición de poner la cinta en la plataforma Disney+ le ha costado más de 50 millones de dólares a la actriz.

Durante el fin de semana de estreno de Black Widow, la película recaudó $80 millones en Estados Unidos, y $78 millones internacionales. A éstos se le suman otros $60 millones de la compra de la película en Disney+, la cual se convirtió en el lanzamiento más grande en la plataforma.

Desafortunadamente, la venta de entradas para la cinta disminuyeron después del primer fin de semana.

Mientras que grandes compañías están priorizando en sus servicios de streaming para así alcanzar una mayor audiencia, esos cambios crean situaciones financieras críticas para actores y productores. Ésta demanda puede cambiar el rumbo de la industria del entretenimiento y de cómo se manejan los futuros lanzamientos de los próximos estrenos.

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