La primera película de Shazam de 2019 fue elogiada por su visión del mundo más liviana y brillante, su brío Gen-Z y por no estar en general obstaculizada por la oscuridad portentosa y espuria de las películas anteriores de DC. Esto también es cierto para esta secuela, solo que es difícil no darse cuenta de que simplemente podría encajar en otro modelo repetitivo (hay una broma descarada sobre Los Vengadores). Un grupo de superhéroes, todos con rasgos de personajes caricaturescos y algunas líneas graciosas, terminan luchando contra una amenaza invasora intergaláctica, que culmina en el habitual apocalipsis urbano CGI espectacular pero poco serio, con personas que dicen cosas como: “¡Esto termina esta noche!”