Ruben Östlund ganó su segunda Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes por Triangle of Sadness, una sátira de la cultura de los influencers y la capacidad de la belleza para abrir puertas que inspiraron risas estruendosas y disgusto. El director sueco, que previamente ganó la Palma por la película sobre el mundo del arte The Square, instó a la audiencia a dejar escapar “un grito primitivo de felicidad” tras aceptar el premio, que cerró oficialmente el evento, la 75ª edición del festival de Cannes.