Ha sido disuelto en el fondo del océano, congelado en un iceberg, explotado en un volcán, desintegrado en una fusión atómica y asesinado por misiles en el Puente de Brooklyn, pero gracias a los millones de fanáticos que lo amamos, Godzilla nunca muere. La estrella más grande de Japón siempre regresa para brindarnos un nuevo filme.