Octubre cinéfilo: Train to Busan (2016)

Train to Busan cumple con los requisitos en lo que respecta al terror, el suspenso de acción y los zombis. Al principio es lenta, presenta a los personajes principales, establece la premisa y presagia el virus que vendrá a destruir Corea del Sur, pero pronto aumenta el ritmo y la tensión.

El filme sigue la historia de Seok-woo, un gestor de fondos divorciado que trabaja muchas horas mientras intenta criar a su hija, Soo-an. Para su cumpleaños, ella finalmente lo convence de que la lleve a ver a su madre en Busan. Él no quiere ir, pero su madre lo convence de que debe llevarla. En el camino a la estación, está claro que está pasando algo grave (las ambulancias y los camiones de bomberos pasan a toda velocidad), pero parecen que ellos están relativamente a salvo. Sin embargo, una vez en el tren, y justo cuando las puertas se están cerrando, una mujer joven se tropieza en uno de los vagones con una herida de mordedura en la pierna.

Y así comienza el viaje.

Conocemos al resto del reparto: un matrimonio que espera su primer hijo, un jugador de béisbol y su interés amoroso, una porrista, dos hermanas mayores, un millonario director ejecutivo y el conductor del tren (aunque su papel es menor, sigue siendo un héroe).

No pasa mucho tiempo hasta que la infección y los ataques comienzan a abrirse paso lentamente por los vagones. Estos zombis son máquinas devoradoras que se mueven a gran velocidad y, en los confines de un tren, la supervivencia es aún más difícil. Pronto queda claro para los que están en el tren que algo muy malo está sucediendo afuera, aunque la mayoría no es consciente de la infección que se está propagando en el interior, hasta que es demasiado tarde.

Aunque la mayor parte de la película se desarrolla en el tren, una parada en una supuesta zona segura no acaba bien para muchos de los pasajeros. Se reducen los números y se separan los personajes: Seok-woo de su hija, un marido y su mujer embarazada, las hermanas y el jugador de béisbol y su nueva novia. Tienen que luchar a través de varios vagones infestados de zombis para llegar a sus seres queridos.

Hay algo en el terror ambientado en trenes que aumenta la tensión, como son los espacios reducidos, sin forma de bajarse, sin control del destino. La sensación claustrofóbica que genera se presta bien. También resalta la verdadera naturaleza de los pasajeros y lo que algunos harán en su búsqueda de supervivencia. ¿Intentas salvar a quien puedes? ¿O sacrificas a otros por tu propia supervivencia? Vemos ambos lados de esto con los personajes restantes, y hay algunas escenas brillantes que muestran las decisiones que toman los personajes.

La relación de las dos hermanas mayores es una de las más conmovedoras. Son gruñonas y sarcásticas entre sí, y son las más divertidas de ver, lo que hace que la muerte de una sea tan traumática. Es aquí donde realmente vemos las decisiones que se toman, y la hermana sobreviviente, al comprender lo incorrecto de echar a los pasajeros no infectados de un vagón seguro, quiere arreglar las cosas.

El sacrificio es el lema del juego aquí, y no es hasta muy cerca del final que entendemos que Seok-woo y su compañía son los precursores de lo que está sucediendo. Aquí no hay finales felices. Hay supervivencia, pero ¿a qué precio? Eso es lo que le da a Train to Busan su esencia.

El director Yeon Sang-ho entregó una película que entretiene y te hace pensar, te hace preguntarte: ¿qué haría yo? Los zombis son rápidos y voraces, concentrados en la “comida” y en todas partes. Al final, Yeon vuelve a la historia humana y ofrece un clímax sorprendentemente emotivo. Puede parecer un cambio de tono, pero tal vez los lazos familiares fueron el punto principal desde el principio.

Soy fan de las películas de zombis y películas asiáticas, así que Train to Busan es una de mis favoritas, vale la pena incluirla en esta temporada de halloween.

Veredicto: Cuatro tocinos violentos, dramáticos y llenos de acción, que te infectan con hambre de carne humana.