Octubre cinéfilo: Night of the Living Dead

Night of the Living Dead no solo es un pilar fundamental en el cine de terror; es el largometraje que definió el género de los zombis y reconfiguró las expectativas de lo que el terror podía ser en pantalla. Con un presupuesto limitado y un estilo de filmación crudo y casi documental, George A. Romero rompió con las convenciones de la época y dejó una marca indeleble en el cine de terror y en la cultura pop.

La película sigue a un grupo de personajes atrapados en una casa rural mientras intentan sobrevivir al ataque de muertos que han vuelto inexplicablemente a la vida. Lo que hace que Night of the Living Dead sea tan innovadora no es solo su premisa, sino la forma en la que construye la tensión y el horror psicológico. Con su estilo de cámara en mano y escenas en blanco y negro, Romero crea una atmósfera opresiva, una sensación de aislamiento y de constante amenaza.

Uno de los aspectos más revolucionarios de la película fue la elección de Romero de colocar a un protagonista afroamericano, Ben, interpretado por Duane Jones, en un papel que subvierta los estereotipos raciales. Ben no solo es el personaje más racional y fuerte de la historia, sino que también se convierte en una figura de resistencia en medio del caos y la histeria que rodean a los demás. Esta decisión fue un acto valiente en el contexto de los años 60, una época marcada por tensiones raciales en Estados Unidos.

Romero utiliza a los zombis como metáfora de una sociedad en descomposición, y en lugar de ofrecer respuestas sobre el origen de esta plaga, deja al público con la sensación de que los verdaderos monstruos pueden ser los propios sobrevivientes. Esta ambigüedad se convierte en una crítica a la violencia irracional de la sociedad, al consumismo y a la deshumanización que puede surgir en situaciones extremas.

El final de Night of the Living Dead es impactante y desolador, un golpe que nos recuerda que en tiempos de terror, la humanidad puede ser su peor enemigo. En una época en la que los filmes de terror todavía eran vistos como entretenimiento ligero, Night of the Living Dead rompió moldes y convirtió el género en un vehículo para la crítica social.

Aunque la película ha sido superada en términos de efectos especiales y técnicas de filmación, su impacto sigue siendo inmenso. Night of the Living Dead es más que un clásico de terror; es una obra que nos obliga a enfrentarnos a los aspectos más oscuros de la humanidad y nos muestra que a veces, el horror real no es lo que viene de afuera, sino lo que llevamos dentro.

Veredicto: Tres tocinos que se mueven en el aceitito caliente como si tuvieran vida, pero hace semanas que no corre sangre por sus venas…