Michael B. Jordan recibe Premio de la Cinemateca Americana

En una noche cargada de emoción, Michael B. Jordan repasó 25 años de trabajo frente a la cámara mientras recibía el 39.º Premio de la Cinemateca Americana, entregado por su aliado creativo, Ryan Coogler. “Nadie te advierte lo increíble que es ver toda tu carrera pasar frente a tus ojos”, dijo el actor, conteniendo las lágrimas.

El día ya había sido intenso. Horas antes, Jordan había asistido al homenaje póstumo a Chadwick Boseman, quien recibió una estrella en el Paseo de la Fama. Tras escuchar a Coogler, Viola Davis y Simone Ledward-Boseman, el actor reflexionó sobre el paso del tiempo y lo que uno decide hacer con él. “No quisiera compartir este día con nadie más. Me alegra que haya ocurrido todo hoy. No lo olvidaré nunca”, dijo a Variety.

El tributo repasó la evolución del actor desde sus primeros papeles en The Wire, Friday Night Lights, All My Children y Hardball, hasta su explosión definitiva con Fruitvale Station. La industria vio en Jordan a un talento destinado a más, algo que se confirmó con Black Panther, la trilogía Creed y su debut como director en Creed III. Este año remató con el éxito rotundo de Sinners. Su siguiente desafío: dirigir, producir y protagonizar una nueva versión de The Thomas Crown Affair.

Su familia fue tajante al describir su camino. “Cada actuación es mejor que la anterior”, aseguró su padre. Su madre fue igual de directa: “He visto de cerca su ética de trabajo. Nada de esto pasó de la noche a la mañana”.

Antes de centrar los reflectores en el homenajeado, Donna Langley entregó el Premio al Poder del Cine a Charles H. Rivkin, de la MPA. Pero incluso él bromeó: “Todos estamos aquí para ver a Michael B. Jordan”.

Lo cierto es que la lista de presentadores lo dejó claro: Hollywood lo admira. Ben Affleck recordó haberlo contactado tras Fruitvale Station. Mahershala Ali repitió entre risas que “hubo una época antes de que Michael fuera el soltero más codiciado de Hollywood”. Octavia Spencer destacó la combinación única de talento y humanidad que lo convirtió en una fuerza cultural. Daniel Kaluuya confesó que la primera vez que vio un anuncio de Jordan cuando interpretó a Johnny Storm— él y sus amigos se sintieron capaces de todo. Tessa Thompson habló sobre construir una relación de una década en la pantalla. Delroy Lindo, tras Sinners, dijo que entendió “la amplitud y profundidad” del actor.

Incluso Bradley Cooper se declaró fan absoluto, lamentando no haber trabajado aún con él: “Ni una película, ni un TikTok… nada”.

En video, Angela Bassett y Tom Cruise sumaron elogios. Cruise destacó su disciplina, su dedicación y su capacidad para elevar cada historia. Sobre Sinners, dijo que Jordan “consolidó la magia del cine”.

Coogler fue el encargado de cerrar la noche. Bromeó con que ya no le quedaban anécdotas después de tantos discursos, pero aun así logró sintetizar más de una década de hermandad profesional.

Recordó su primera reunión, cuando le dijo a Jordan que veía en él a una estrella de cine. Y cómo el actor que interpretó dos personajes a la vez en Sinners se ha entregado al oficio de un modo que pocos pueden igualar. “No hay otro actor en el mundo que pudiera haber hecho lo que él hizo”, aseguró.

Cuando Jordan subió al escenario, la ovación fue contundente. El actor respiró hondo antes de hablar.

“Este video no deja de dar vueltas en mi cabeza. Me inspira. Me hace pensar: ¿qué sigue?”, dijo.
Entre agradecimientos, se quebró al mirar a Coogler:
“Encontrarte tan temprano en mi carrera lo cambió todo. No hay palabras para describir el impacto que has tenido en mi vida”.

Para cerrar, Jordan habló de la narración como un refugio y un motor. Citó a Toni Morrison:
“Si hay un libro que deseas leer y no existe, debes escribirlo.”

Y remató con una declaración directa a la industria:

“Estas historias importan. Siembra tus ideas, encuentra a tu gente y construye. Y quienes deciden qué historias se cuentan: sean valientes. Arriesguen.”