Jude Law se convierte en Putin en El mago del Kremlin, el polémico thriller político de Olivier Assayas que sacudió Venecia
El escalofriante thriller político El mago del Kremlin, de Olivier Assayas, debutó el domingo por la noche en la 82ª edición del Festival de Cine de Venecia con una recepción electrizante: ovación de pie en la Sala Grande, gritos de “¡bravo!” y hasta lágrimas de emoción de Alicia Vikander, coprotagonista del filme. Assayas, fiel a su estilo excéntrico, se entregó al público con reverencias y abrazos a su equipo.
La película adapta la aclamada novela de Giuliano da Empoli y narra el ascenso de Vladimir Putin a través de la mirada de su arquitecto propagandista, Vadim Baranov. En pantalla, Jude Law da vida a un Putin joven, calculador y enigmático, mientras que Paul Dano carga con el peso dramático como Baranov, un ex artista que se convierte en el “mago” mediático del Kremlin. Vikander encarna a Ksenia, amante y conciencia moral del protagonista, en un relato que recorre guerras, desastres y revoluciones desde los 90 hasta la primera década del 2000.
El personaje de Dano está inspirado en Vladislav Sourkov, el estratega real al que se atribuye haber orquestado la narrativa política del régimen. El reparto lo completan Tom Sturridge como Dimitri Sidorov (eco del oligarca Mijaíl Jodorkovski) y Jeffrey Wright como un académico estadounidense que escucha la confesión de Baranov.
En conferencia de prensa, Law explicó que su Putin no busca ser una copia literal: “Olivier y yo decidimos que no sería una imitación. No quería esconderme detrás de prótesis. Jugamos con maquillaje, pelucas y referencias de esa época, pero lo importante era encontrar un eco reconocible en mí mismo”. Con humor, añadió: “Es increíble lo que una buena peluca puede lograr”.
La crítica no tardó en dividirse. The Hollywood Reporter calificó la propuesta de Assayas como “fluida y sobria” en su recorrido desde la caída de la URSS hasta la invasión de Crimea, pero también señaló que, cuando el ritmo se frena, “el filme se siente torpe y expositivo, como si los actores recitaran un manual del totalitarismo”.
Por su parte, Dano habló de su fascinación con el papel: “Se sentía lejano a mí, pero descubrí algo nuevo en mi interior. Me obligó a preguntarme: ¿cuál es mi relación con el poder? ¿Hasta dónde puedo anhelarlo?”.
El mago del Kremlin llega a Venecia como uno de los títulos más comentados del festival, no solo por su temática incómoda, sino porque coloca a Assayas en el centro del debate sobre el poder, la manipulación y los fantasmas políticos que aún definen el siglo XXI.
La 82ª edición del Festival de Cine de Venecia se celebra del 27 de agosto al 6 de septiembre.
