Aunque James Cameron lleva más de una década inmerso en su propia “era azul” desde el lanzamiento de Avatar en 2009, el director reconoce que hubo un proyecto que casi lo saca de Pandora: Wicked. Sí, Cameron estuvo a punto de dirigir la adaptación cinematográfica del famoso musical, algo que hasta ahora pocos sabían.

El cineasta tres veces ganador del Óscar confesó en el pódcast The Town con Matt Belloni que llegó a considerar seriamente el proyecto. Para él, los grandes estudios solo apuestan por películas que se sientan como un “evento”, y Wicked cumplía con esa expectativa.

“El tipo de películas que me gusta ver, digamos Dune o incluso Wicked”, dijo Cameron. “Estuve a punto de hacer Wicked en aquel entonces. Me encanta la historia; El Mago de Oz es una de mis películas favoritas. Esto se remonta a hace 15 años”.

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Cameron confirmó que tuvo reuniones con Universal Pictures para discutir su versión del libro de Gregory Maguire —la novela de 1995 que luego se convirtió en un fenómeno de Broadway en 2003—, pero admitió que simplemente “no encontraba la melodía”. Aun así, no descartó por completo dirigir un musical en algún momento de su carrera.

“¿Si haría un musical? No lo sé”, admitió. “Mi película favorita es un musical: El Mago de Oz”.

Cameron no fue el único que intentó llevar Wicked al cine antes de que se convirtiera en un éxito teatral. Whoopi Goldberg estuvo entre las actrices que buscaron impulsar una adaptación previa a Broadway, y durante años circularon nombres como Demi Moore, Claire Danes, Salma Hayek, Laurie Metcalf, Michelle Pfeiffer, Emma Thompson y Nicole Kidman.

Finalmente, la historia tomó forma en Broadway de la mano de Stephen Schwartz y Winnie Holzman, con Idina Menzel como Elphaba y Kristin Chenoweth como Glinda, consolidándose como uno de los musicales más influyentes de las últimas décadas.

La adaptación cinematográfica actual, Wicked: For Good, dirigida por Jon M. Chu, retoma los eventos tras el primer film y profundiza en el destino de Elphaba (Cynthia Erivo) y Glinda (Ariana Grande) después de su etapa en la Universidad Shiz y su encuentro con el famoso Mago de Oz (Jeff Goldblum). Tras el estreno de Wicked el año pasado, la segunda entrega no sólo consolidó a Erivo y Grande en roles icónicos, sino que arrasó en taquilla: 150 millones de dólares en Estados Unidos y 226 millones a nivel mundial.